Apostar por desarrollar buenas prácticas empresariales para mejorar la competitividad lleva consigo la adopción de una serie de medidas, a fin de garantizar un correcto desempeño. Por ello, se decide crear un estándar del que, en la década de los noventa del pasado siglo, surgen las normas ISO 9001 (que parte de la norma BS 5750, publicada en 1979 por la British Standars Institution) e ISO 14001. Ambas fueron actualizadas en septiembre de 2015 y, por tanto, resulta prioritario conocerlas, dado que las certificaciones anteriores dejarán de ser válidas en 2018. Urge, por tanto, adaptarlas a la nueva normativa antes de que finalice el plazo. 

En cualquier caso, en el desarrollo de los Sistemas de Gestión de Calidad y de Gestión Ambiental, la empresa que decida implementarlos habrá de tener en cuenta varios elementos, que son comunes para la ISO 9001 y para la ISO 14001:

  • Asignación de recursos - La organización habrá de determinar y proporcionar los recursos necesarios para implantar, mantener y mejorar de forma continua su sistema de gestión.
  • Responsabilidad y autoridad - Ambas funciones han de definirse, documentarse y comunicarse, para que, de este modo, la gestión sea eficaz. 
  • Entrenamiento - La entidad ha de poder responder a situaciones reales, por lo que ha de desarrollar acciones que sirvan para prevenir o mitigar sus posibles consecuencias.
  • Control de documentos - Las funciones, responsabilidades y autoridad deben documentarse y comunicarse. También se han de documentar los objetivos y metas, reflejando los medios y plazos para lograrlos.
  • Registros - Se establecerán los controles necesarios para suministrar pruebas de conformidad a los requisitos y del funcionamiento efectivo de sistema.
  • No conformidad y Acción correctiva y preventiva - Cuando ocurra una no conformidad, la organización debe reaccionar y evaluar la necesidad de desarrollar acciones que eliminen la causa. Habrá de revisarse la eficacia de las acciones correctivas y habrán de establecerse otras de carácter preventivo.
  • Auditorias Internas - La organización ha de someterse a auditorías internas, para lo que desarrollará un programa que incluya la frecuencia, los métodos, las responsabilidades, los requisitos de planificación y la elaboración de informes tras su ejecución.
  • Revisión de la gerencia - La organizacíon ha de hacer un seguimiento, medir, analizar y evaluar su gestión. Y la dirección debe revisar el sistema de gestión, para asegurarse de su conveniencia, adecuación y eficacia continuas.
  • Mejora Continua - La organización debe atender a la conveniencia, adecuación y eficacia del sistema de gestión, en favor de la mejora continua.