Son muchas las organizaciones que cuentan con dos tipos de certificación, que, si bien son totalmente distintos, redundan positivamente tanto sobre la entidad como sobre el entorno en el que esta opera, además de acrecentar la confianza de los clientes y proveedores.

Para lograr dichas acreditaciones, las empresas han de implantar Sistemas de Gestión de Calidad, basándose en la ISO 9001, y de Gestión Ambiental, atendiendo a la ISO 14001.

El área sobre el que cada una actúa determina también quién será el principal beneficiario de dichos planes. Así, la primera se centra en cuidar al máximo la satisfacción de las necesidades del cliente y la segunda se vuelca con lograr una protección efectiva del medio ambiente, atendiendo, de este modo, a una necesidad social y no individual. Las diferencias se aprecian ya desde el propósito para el que ambas fueron concebidas:

  • Al diseñar los Sistemas de Gestión de Calidad (SGC) ligados a la ISO 9001 se contemplan aquellos elementos de administración a los que se ha de atender para que una empresa cuente con un sistema efectivo, que le permita mejorar la calidad de sus productos o de sus servicios y, en consecuencia, incrementar la satisfacción del cliente.
  • Los Sistemas de Gestión Ambiental (SGA), vinculados a la ISO 14001, integran esta preocupación por el entorno en las estrategias de negocio de las empresas. Se conforman, por tanto, como un compromiso de mejora del desempeño ambiental, tanto en la propia entidad que adopta dichos sistemas como en los procesos que esta subcontrate. La beneficiaria de dichas acciones es, así, la sociedad, puesto que estos planes de protección del medio ambiente contribuyen al cuidado del entorno en el que esta habita.

Pero las diferencias no se circunscriben al propósito de ambas normas, sino que tienen que ver también con el objetivo que, a través de ellas, se persigue:

  • Al estar centrada en la mejora de la Calidad del Producto, la serie de normas ISO 9000 tiene como prioridad llegar a soluciones que cumplan con las exigencias comerciales, pero también con las sociales. El enfoque que se plantean las empresas que aspiran a la certificación o que ya la han obtenido se basa, entre otras cuestiones, en la orientación al cliente, el liderazgo, la participación del personal o la mejora continua.
  • El objetivo del compendio de normas ISO 14000 es la Protección del Medio Ambiente, que, a partir de una nueva versión de la 14001, se ha vuelto más exigente y rigurosa. Para ello, atiende a los aspectos medioambientales que se generan en cada una de las actividades que se desarrollan en la organización, y promueve la protección ambiental para prevenir la contaminación, sin que esto vaya en detrimento de las cuestiones socioeconómicas ligadas a la entidad que las adopta.